Desde la
Agroecología, trabajamos la comercialización de nuestros productos
a través de canales cortos. Tejer estas redes, constituye un acto
muy importe de la sociedad civil que además de potenciar el consumo
de productos de proximidad, sanos seguros y justos, nos convierte en
soberanos en cuanto a la forma de alimentación, pues hablamos de
iniciativas promovidas, organizadas y gestionadas desde la sociedad
civil, generando empleo apoyando la economía local y contribuyendo a
la diversidad y biodiversidad, desde nuestro propio consumo. Lo
hacemos desde nuestro apoyo a tiendas de confianza, la compra directa
en grupos de consumo, mercados locales, agrupaciones de
productores...
Aunque nos parezcan
actos aislados que hacemos en nuestro barrio, pueblo, no está de más
que conozcamos que estas iniciativas se mueven más allá y que
siempre es recomendable hacer algún encuentro entre grupos de
consumo e iniciativas de los propios territorios o incluso más allá,
tanto a nivel nacional como internacional. De hecho, existen grupos
de trabajo a nivel europeo que trabajan para mejorar las necesidades
de productores, consumidores y sus redes a través de Agricultura
sostenida por la comunidad (CSA). Trabajando local, construimos
global y no hemos de dejar de mirar desde esa perspectiva, pues desde
el ecologismo, quedarnos en lo local sin analizar desde lo global nos
deja a mitad de camino.